En la vida hay pocos hábitos que nos sirvan a todos, pero hacer presupuestos es uno de ellos. Desde el alumno universitario hasta el millonario y todas las posibilidades intermedias, elaborar un presupuesto y respetarlo te ayuda a evitar las dificultades financieras, ahorrar para metas específicas e incluso reducir el estrés.

He aquí cinco estrategias para elaborar un presupuesto que te pueden llevar a la libertad financiera. Observemos a “Olivia” mientras ella prepara su propio presupuesto.

  1. Determina cuánto dinero ganas. Esto incluye tu pago neto mensual proveniente de fuentes como tu empleo, pensiones y prestaciones de seguridad social. Olivia trabaja de asistente legal. El salario que ella se lleva a casa es $32,000 al año, o $2,667 al mes. Puedes determinar tu pago neto al recopilar los talones de pago y revisar los formularios de impuestos del año anterior.   

  2. Lleva un control de cuánto gastas. Esto incluye los gastos fijos que no cambian de un mes a otro, como el pago de renta de $700 de Olivia, así como los gastos flexibles que sí cambian, como los servicios. Hay muchas maneras de llevar un control de los gastos. Puedes utilizar un software de contabilidad o una herramienta de banca en línea como Virtual Wallet® de PNC, o bien, utilizar una tarjeta de débito durante un mes para realizar todos tus pagos. Después, date el tiempo de asignar cada compra a una categoría, como comestibles o entretenimiento. Olivia se sorprendió al descubrir que gasta $450 al mes en salidas a comer. Los cafés por la mañana y las salidas a comer con amigos los viernes de verdad suman. En total, Olivia gasta alrededor de $2,300 al mes, quedándose con $367 al mes para ahorrar, invertir o gastar. Si Olivia estuviese gastando más de lo que gana, le recomendaríamos que buscara maneras para reducir sus gastos.

  3. Define tus metas. Divídelas en metas a corto plazo (“quisiera poder pagar por una nueva lavavajillas con dinero en efectivo en tres meses”) y metas a largo plazo (“quisiera poder liquidar por completo la deuda de mi préstamo estudiantil en cinco años”). Olivia quiere comprarle a su sobrino una patineta nueva para su cumpleaños el próximo mes. Además quiere aumentar su fondo de emergencia para gastos inesperados, como las visitas a la sala de emergencias o las reparaciones del automóvil.  

  4. Ahorra. Dependiendo de tus metas, probablemente esto signifique ahorrar dinero en tu cuenta de cheques, en la cual puedes acceder al dinero cada vez que quieras, o bien, abrir cuentas de ahorros y de inversiones a largo plazo, en las cuales no podrás retirar fondos por un tiempo. El sobrino de Olivia quiere una patineta que cuesta $200. Eso significa que tendrá que ahorrar más de la mitad del dinero que le quede este mes para comprarla, o bien, optar por un modelo más barato para poder aportar más dinero a su fondo “para tiempos difíciles”.  

  5. Decide cómo quieres vivir tu vida. ¿Un sobrino feliz o tener menos estrés cuando se averíe la transmisión de su automóvil? Lo que Olivia elija es lo que se conoce como una solución intermedia o trade-off. Al hacer presupuestos, con frecuencia se requiere adoptar soluciones intermedias, y cada persona decide lo que representa su “elección” correcta. ¿Preferirías vivir en un vecindario exclusivo con escuelas muy buenas, o vivir en una zona más barata en la cual puedas ahorrar más dinero para viajar con tu familia y jubilarte antes? Reflexionar al respecto anticipadamente te ayudará a estar preparado en términos financieros, independientemente de lo que decidas.

¿Tienes más preguntas sobre los presupuestos? Puedes obtener más consejos aquí y visitar tu sucursal de PNC más cercana para determinar qué productos de banca te puedan ayudar a lograr tus metas financieras.  

 

VERSIÓN EN TEXTO DE IMAGEN

Las recomendaciones referentes a los presupuestos varían dependiendo de a quién le preguntes. PNC recomienda el siguiente desglose mensual. 

  • Del 10 al 50 % de ahorros e inversiones a largo plazo
  • Del 25 al 35 % en vivienda
  • Del 10 al 15 % en alimentación (en casa y comer fuera)
  • Del 7 al 15 % en pagos de préstamos (sin incluir el préstamo de tu automóvil)
  • Del 5 al 15 % en transporte 
  • Del 5 al 10 % en cuidado personal (incluye ropa)
  • Del 1 al 5 % en entretenimiento
  • Del 1 al 5 % en ahorros para metas