Los bancos y las Instituciones Financieras para el Desarrollo de la Comunidad (CDFI, por sus siglas en inglés) han colaborado desde hace mucho tiempo en la búsqueda compartida de la vitalidad económica de las comunidades. Como en cualquier asociación duradera, la adaptabilidad y la resiliencia son básicas y, a medida que evoluciona el panorama del desarrollo comunitario, la alianza entre los bancos y las CDFI debe continuar creciendo, innovándose y adaptándose a los desafíos y las oportunidades del entorno económico actual.

Pese a las complejidades de la recuperación después de la pandemia, la comunidad afroamericana y la latina, entre otras comunidades de color, han demostrado una resiliencia extraordinaria. Aunque las CDFI históricamente han sido un recurso clave para dichas comunidades, el entorno económico incierto actual hace que sea más complicado ofrecer los innovadores productos de capital por los que se conocen los inversionistas de la comunidad.

En épocas como esta, nuestras asociaciones como instituciones financieras en las comunidades son más necesarias que nunca. Según la Oficina de Censos de los EE. UU., las inversiones específicas realizadas durante la pandemia, como los pagos de estímulos, mantuvieron fuera de la pobreza a 1.3 millones de niños latinos y 756,000 niños afroamericanos. Los datos de Startup Cartography Project (Proyecto cartográfico de empresas emergentes) destaca el aumento del establecimiento de pequeñas empresas en comunidades que tienen un porcentaje más alto de residentes afroamericanos. Se producen recuperaciones significativas de los desafíos económicos en las comunidades, en particular en las comunidades de color, gracias a la inversión específica.

Sin embargo, dicho avance es frágil y vulnerable a recortes. Los prestatarios han sentido los efectos adversos de las tasas de interés más altas, las normas crediticias más estrictas y demás presiones inflacionarias. Aun así, los compromisos de LIIF y de PNC siguen siendo inquebrantables: El Plan de beneficios comunitarios de PNC establece un compromiso de $88,000 millones en préstamos, inversiones y demás apoyo financiero para promover oportunidades económicas, lo que incluye $400 millones para apoyar a las CDFI en comunidades desatendidas, y durante su primer año PNC distribuyó $35,100 millones para hacer realidad dicho compromiso. LIIF se ha comprometido a generar $5,000 millones en capital en 2030 para promover la igualdad racial, y ya logrado un avance del 43 % en su meta.

Por qué es importante la inversión equitativa

A medida que continuamos con nuestros esfuerzos conjuntos para realizar la promoción estratégica de la prosperidad financiera, una consideración clave en este entorno cambiante es el costo de los fondos. El capital paciente, flexible y tolerante al riesgo es más importante que nunca. Cuando este tipo de financiamiento catalítico se implementa de forma estratégica, estimula resultados sociales o ambientales positivos, con frecuencia en situaciones en las que las fuerzas tradicionales del mercado por sí solas tal vez no basten para lograr nuestras metas. El capital catalítico atrae inversiones adicionales habitualmente y genera una reacción en cadena de cambios positivos, lo que al final fomenta el impacto sostenible y la transformación sistémica positiva.

Históricamente, PNC y LIIF se han situado a la vanguardia de tales colaboraciones. Nuestros esfuerzos en conjunto no solo han dado lugar a compromisos financieros significativos, sino que además han producido resultados transformadores tangibles. Por ejemplo, hemos dirigido conjuntamente el capital hacia proyectos que han generado un impacto positivo en las economías locales, como Naturally Occurring Affordable Housing, un grupo de desarrollo que hace que las viviendas para trabajadores sean más accesibles en toda la zona de San Diego y Escondido.

Juntos estamos empujando a nuestro sector para que amplíe el acceso al capital catalítico, aproveche los recursos federales y siente las bases para un futuro en el que nuestras colaboraciones motiven a las comunidades, fomenten la innovación y generen un cambio perdurable. Pedimos a nuestros compañeros que hagan lo mismo. El llamado es claro: asociaciones más sólidas hoy para un mañana más resiliente y equitativo.